Hace poco, mientras disfrutaba de una tarde tranquila viendo mi serie favorita, me sorprendió darme cuenta de lo profundamente arraigada que está la psicología en los más inesperados ámbitos de nuestra vida cotidiana. Es fascinante darse cuenta de que conceptos psicológicos complejos no solo están presentes en nuestros libros de texto, sino también en las tramas de nuestras queridas series televisivas. Entonces pensé, ¿por qué no compartirlo? Así que hoy, vamos a sumergirnos en el increíble mundo del condicionamiento conductual, un concepto que encontré representado en la serie “Breaking Bad”.
Específicamente en el episodio “Crawl Space” de la cuarta temporada.
Pero primero, ¿qué es exactamente el condicionamiento conductual? Esta teoría de la psicología sostiene que nuestras respuestas a los eventos del entorno forman y moldean nuestro comportamiento. Este condicionamiento puede ser de dos tipos: clásico y operante. El condicionamiento clásico implica aprender a asociar dos estímulos diferentes para provocar una respuesta natural, como cuando Pavlov hizo sonar una campana antes de alimentar a su perro, y con el tiempo, el perro comenzó a salivar simplemente al sonido de la campana. Por otro lado, el condicionamiento operante nos enseña a asociar nuestro comportamiento con ciertas consecuencias, lo que a su vez puede aumentar o disminuir la probabilidad de repetir ese comportamiento en el futuro.
Ahora bien, ¿cómo vemos este concepto en acción en “Breaking Bad”? Walter White, el personaje principal del drama, es un manipulador maestro que a menudo recurre al condicionamiento operante para manejar a las personas de su vida. Un ejemplo destacado de esto se puede ver en “Crawl Space”, donde Walter organiza el envenenamiento de Brock, el hijo de la novia de su socio de negocios, Jesse Pinkman.
Walter envenena a Brock con una baya de lirio del valle en lugar de usar la ricina mortal que Jesse conoce. De esta manera, Walter logra establecer un fuerte refuerzo negativo para alterar la conducta de Jesse, quien, al creer que Gus, el actual distribuidor, es el responsable del envenenamiento, se siente más motivado para cortar sus lazos con Gus y volver a aliarse con Walter.
En este caso, Walter aplica un castigo negativo, es decir, introduce un estímulo aversivo (el envenenamiento de Brock) para desalentar un comportamiento no deseado (la lealtad de Jesse hacia Gus). Walter también usa reforzamiento positivo para aumentar la lealtad de Jesse hacia él, por ejemplo, al elogiarlo y recordarle su valor e importancia en su operación de metanfetaminas.
Este ejemplo, en “Breaking Bad”, nos muestra cómo las técnicas de condicionamiento pueden usarse, para bien o para mal, para influir y manipular el comportamiento de las personas. Sin embargo, es esencial recordar que si bien estas técnicas pueden ser eficaces en el corto plazo, también pueden causar desconfianza, resentimiento y traumas a largo plazo.
En resumen, la próxima vez que veas “Breaking Bad” (o cualquier otra serie o película), presta atención a cómo los personajes utilizan el condicionamiento conductual para manipular su propio comportamiento o el de otros. ¡Te sorprenderá ver cuánto puedes aprender sobre la psicología humana!