Como escribí en un post anterior, últimamente me están pasando cosas que se pueden catalogar como mágicas. Quizás, no mágicas porque sea algo bonito, sino porque cuando digo que: “quiero escribir sobre este tema”, me ocurre algo relacionado con eso. ¿A lo mejor es porque ya estoy fuera de mi zona de confort…? 😉
Hace unos días, contactó conmigo una ex amiga, suena fuerte pero así es.. también se tiene ex amigas, y no solo ex novias. Y fue curioso, porque empezó la conversación diciendo que yo la tenía abandonada, y que seguro que había hecho algo para que yo estuviera así con ella.
El hecho fue curioso, porque la última vez que tuvimos una conversación fue hacía 4 meses y lo típico en ella, lo último que ocurrió en aquella conversación es que me quedé esperando por su respuesta, pues eso… 4 meses. Lo llamativo fue, que yo no quise entrar en una discusión y le dije que no merecía la pena, y fue cuando ella se enfadó.
Viendo ese cambio de actitud, decidí que lo mejor era contárselo, y después ella, admitió su error.
No quiero extenderme porque no es el propósito, pero ya hablaré de esto también.
Ante este tipo de situaciones me doy cuenta, cada día más, de las palabras que me decía mi maestro: “Todo, en la vida, es una situación de conflicto”. No necesariamente tiene que ser algo violento.
Cada vez que oímos la palabra conflicto nos viene a la mente una guerra, pero es cierto que una relación de pareja, o una relación de amistad, con familiares, con “invitados” son una relaciones de conflicto y tenemos que saber cómo sobrellevar esas situaciones.
Ya de por sí, esas relaciones son conflictivas. Y a veces, como diría una amiga mía a la gente le hace falta menos humos y más sexo, ya sea por el estrés o por lo que sea.
En este aspecto Sun Tzu (la resolución de conflictos) hizo una enorme contribución a la humanidad, al escribir “el arte de la guerra”. Se ha hecho tan popular, que es de obligada lectura en algunas facultades, por su interés estratégico a la hora de afrontar un conflicto (je!, esto es maravilloso).
También la aviación. Tengo que decir que en la aviación hay mucho iluminado que hace sus propias teorías de cómo se tendría que volar un avión (igual no está bien que diga esto, pero es la realidad, supongo que es igual en cualquier otro sector) y lo bueno es que todo está escrito.
El otro día un copiloto me dijo: Rafa, ¿cómo quieres que hagamos esto? Y yo le contesté: ¿qué pone en el procedimiento?. Conflicto solucionado.
Lo que está claro es que el problema aparece claramente cuando hay una diferencia. Ya sea de pensamientos, intereses, punto de vista, cultural.
¿Por qué no comenzamos a caminar todos, cogiditos de la mano, en la misma dirección? ¿Tan difícil es?