Cuando estaba a punto de cumplir los 23 años, mi madre murió. Recuerdo que mi mundo se vino abajo, por muchos motivos. Es curioso ver como esos mismos motivos se repiten en la historia de uno. Ya lo he dicho, y todos los procesos que en ella se acontecen tienen carácter cíclico.
Decidí dejar la aviación, porque era la culminación, no solo de mi sueño de niño, sino también el de mi madre, y consideré que ese ciclo se había acabado. Me presenté a unas oposiciones para el puesto de auxiliar administrativo en el Cabildo de Tenerife, las cual suspendí en el psicotécnico (ya contaré esto también).
Cuando llegué de ver las notas, tenía un mensaje de la escuela de pilotos en la cual había terminado mis estudios, diciéndome que querían contar conmigo para dar clases de la asignatura de navegación, y acepté el reto.
Cuando me preparaba para dar las clases, y para darles la máxima información a mis alumnos, calculé la velocidad de rotación terrestre y es de 1700 km por hora. Me acuerdo que levanté la mirada después de golpear los números en la calculadora y dije: ¡wow! Qué rápido gira el mundo.
Ahora, 16 años después de eso, creo que el día a día va más rápido. La gente no tiene tiempo para tomarse un café y prefiere mandarse mensajes de WhatsApp mientras disfrutan de una cena. Ya no digo para intentar ayudar a los demás.
Nuestro estilo de vida se ha deteriorado y aparecen patologías preocupantes, en personas jóvenes que antes eso no ocurría, como son el estrés y la fatiga.
Empezaré por el primero.
En fitness, el estrés muscular se produce cuando el ejercicio es intenso, y se hace necesario un periodo de descanso de 48 horas, puesto que se ha expuesto al cuerpo (músculo) a esfuerzos submáximos. En este caso está claro, el esfuerzo excesivo es motivo de estrés, y el remedio es descansar, puesto que si no se hace así, podemos causar daños muy severos a nuestro cuerpo.
Pero ¿y en la vida? Cuando decimos que estamos estresados ¿qué significa?
El estrés es una respuesta física y mental a la exposición prolongada o no de unos agentes estresores. Estos estresores siempre son los mismos, pero nos afectan a todos de manera distinta. Por eso lo que a mí me puede “estresar”, a otra persona le parecerá una tontería. El único momento donde no sentimos estrés es la muerte.
Existe una tabla que es muy fácil de entender y de llevar a la práctica, en la que nos dice las posibilidades que tenemos de enfermar por estrés. Esta tabla recibe el nombre de Escala de Reajuste Social” de Thomas Holmes y Richard Rahe.
Pero ¿cuáles son los mecanismos del estrés?. Estos mecanismos responden a la ley de Yerkes – Dodson. La cual pone de manifiesto que la exposición a los agentes estresores, dependiendo de la intensidad y del tiempo, en un principio aumentan nuestra respuesta y nuestra alerta. Eso de: ”A un examen hay que ir con un poco de estrés”, viene de aquí. Pero a partir de un punto determinado, viene el colapso, el bloqueo.
Deberíamos reconocer nuestro punto álgido, de colapso, para poner remedio e irnos a Las Maldivas a relajarnos. Os daré algunas ideas para reconocerlo y evitarlo en otro post. Pero por ahora ¿Te bajas? Que esto va muy rápido.